Reseña sobre "Las siete camas de Lirón"

POR ANA PUENTES

Cada mañana Lirón aparece dormido en un sitio diferente. Dentro del zapato de Oso, en la caja de zanahorias de Conejo, en los cuernos de Ciervo…
Un día, los demás animales se enfadan y le dicen que tiene que dormir en su cama. Pero Lirón, que en realidad tiene miedo de dormir solo, tiene la mala idea de ir a dormir a casa del temible Lobo.

Una bella y tierna historia de Susanna Isern, con la que seguro que más de uno se sentirá identificado. Tanto grandes como pequeños.

 Yo misma me vi transportada a los primeros meses de la vida de mi hija, cuando descubrí que eso de “dormir solos” no entraba dentro del vocabulario diario familiar. Cuando me di cuenta de que un ser tan pequeño e indefenso, no es capaz de entender ni tolerar la soledad como modelo de vida.

Y es que… ¿a quién le gusta estar solo cuando se tiene miedo, cuando la habitación en la que se está es demasiado grande, cuando no se tiene el calor y el afecto de alguien cercano que le brinde cuidados? Que levante la mano quien no sienta la necesidad de sentirse protegido en momentos de soledad o ante situaciones que le producen angustia.


Como mamá colechadora que he sido, este cuento ha supuesto todo un regalo para mis sentidos y mis recuerdos. Un cuento que, a través de la metáfora de la figura del lobo, nos muestra la necesidad básica y primigenia de toda criatura: el acompañamiento, la protección, el amor, el afecto, el apego, la seguridad. 

Una necesidad que a veces, y sobre todo durante las primeras etapas de la vida, se convierte en más importante y necesaria que el alimento mismo. Y Lirón, ante su imperiosa necesidad de sentirse acompañado a la hora de dormir, es capaz de buscar esa protección y cobijo junto al personaje menos indicado de todo el bosque.

Es de agradecer así mismo el tratamiento que Susanna Isern hace de los animales del bosque, quienes, aunque al principio tienen una actitud de rechazo ante el comportamiento de Lirón al desconocer sus miedos, una vez que éste les revela su temor a dormir sólo pasan a tener una actitud de escucha activa, respetando amorosamente los sentimientos del pequeño, invitándole a que les cuente lo que le sucede y buscando entre todos una solución. Algo que puede dar pie para hablar con los más pequeños de la necesidad de expresar sin temor sus miedos, preocupaciones, sentimientos.


¿Y qué decir de las imágenes? Marco Somá se recrea minuciosa y delicadamente en cada detalle, dotándolas de gran ternura.



Y para relatar tan bella historia, me pongo a disposición de Librería Lea y estaré allí haciendo un cuentacuentos el sábado 8 de septiembre de 2018, acompañado a continuación de una manualidad con la que los más peques pasarán un rato súper divertido.

Comentarios

Entradas populares